El conocimiento de la anatomía del carpo humano fue muy limitado hasta los estudios realizados por Vesalio, posteriormente ampliados por otros anatomistas como el francés Bourgery. Bunnell ¹ dedicó un capítulo de su libro titulado ´Hand Surgery´ al estudio de la ´Filogenia y Anatomía comparada´, analizando las radiografías de numerosos animales. Este tema también le apasionó a Ronald Linscheid ² (Clínica Mayo). Con el título The Hand and Evolution 1,2 lo eligió para su discurso presidencial en el congreso de la ASSH, comparando el carpo humano con el carpo de diversos tipos de animales². Asimismo, aportó el artículo titulado Evolution of the Human Hand en el libro ´The Growing Hand´³ (Eds. Gupta, Kay, Scheker, 2000).

Bonola et al.⁴ le dedicaron el primer capítulo de su libro ´La Mano´ a la ´Filogenesi della Mano´. Aunque muchas anomalías fueron descritas antes del descubrimiento de los Rx, las imágenes radiológicas permitieron un avance definitivo en su conocimiento. En el caso de la mano, el interés de radiólogos como Poznanski⁵, ha permitido recopilar numerosos casos. Las sucesivas ediciones del Atlas de Keats⁶, dedicado a las muchas variantes radiológicas normales pero engañosas, contienen una valiosa información sobre las falsas anomalías del carpo.